Señales

"Las autoridades esperan que este mediodía las lluvias torrenciales se ciernan sobre nuestra ciudad. Todos los habitantes deben salir de ella, pues en unas horas las aguas lo sumergerán todo".
Mientras desayunaba vio que un hombre con su burro cargado de cosas le saludaba diciéndole:
-¿Qué haces que aún no te has preparado para salir de la ciudad? ¿Acaso no has oido las noticias?
A lo que él respondió:
- No tengo miedo. Yo creo en Dios. Él me protegerá.
- No tengo miedo. Yo creo en Dios. Él me protegerá.
Unas horas más tarde el cielo se volvió oscuro, como si fuese de noche, y comenzó
a llover copiosamente. Por delante de su casa pasó un vecino que, viéndolo aún dentro y tranquilamente sentado delante del televisor, le avisó:

- ¿No ves que ya está lloviendo? La lluvia va a inundarlo todo. No seas loco. Vente conmigo. En mi coche hay sitio de sobra.
Pero él insistía:
Pero él insistía:
- No hay peligro. Yo soy un hombre de fe. Dios me protegerá.
Cuando la lluvia ya había inundado la primera planta de su casa, el hombre, asomado por la ventana de su habitación, vio que un sacerdote pasaba por delante en una barca, junto a algunos pobres de la ciudad.
Cuando la lluvia ya había inundado la primera planta de su casa, el hombre, asomado por la ventana de su habitación, vio que un sacerdote pasaba por delante en una barca, junto a algunos pobres de la ciudad.

- Dios no permitirá que me pase nada. Tengo fe en Él. Váyanse - contestó.
Horas más tarde, con su casa totalmente cubierta por el agua, el hombre estaba sentado en el techo, bajo la lluvia. Un helicóptero se detuvo sobre él, le lanzaron una cuerda y le gritaron:
- ¿Qué hace ahí? ¿Está usted loco? Agarre la cuerda y suba inmediatamente.
- Dios me protege. Tengo fe en Él. No permitirá que me pase nada.
Por supuesto, el hombre murió ahogado. Cuando llegó ante Dios, le espetó:
- Señor, yo creía en ti. Siempre había seguido tus designios. He tenido una vida llena de Fe,

A lo que Dios le contestó:
- ¿Cómo dices que te abandoné? Te mandé una noticia en la radio, un hombre con un burro, tu vecino con su coche, un sacerdote con una barca, un helicóptero... Tú elegiste no aceptar toda la ayuda que te envié... Nunca te abandonaría.
Comentarios
Un abrazo.
P.D. No ha vuelto aún la tía de Barcelona pero te mandaré un libro en cuanto llegue.
Un abrazo