De otro blog

No soy muy partidario de copiar cosas de otros desde que en E.G.B. una compañera se chivó al profesor de que yo estaba haciendo éso mismo en un examen de matemáticas; no había sido capaz de memorizar las clases de triángulos que hay dependiendo de los ángulos que lo formen..., pero he querido copiar esta entrada que, por casualidad, he leído en otro blog (http://descorriendoelvelo.spaces.live.com/blog). Es algo largo, pero creo que bastante interesante.

La foto es de un bebé de 21 semanas, aún sin nacer, llamado Samuel Armas al que se le había diagnosticado una espina bífida y nunca sobreviviría, a menos que se le practicara una operación intrauterina.

El Dr. Bruner, tras numerosos estudios realizados en el Centro Médico Universitario de Vanderbilt, en Nashville, anunció que él podría llevar a cabo la operación, con el bebé dentro de la matríz materna.

Este pestigioso cirujano declaró haber vivido el momento más emotivo de toda su vida, cuando sintió la mano de Samuel asiéndole uno de sus dedos, a modo de agradecimiento por obsequiarle con el regalo de la vida.Por supuesto, el Dr. Bruner permaneció helado, -totalmente inmóvil por varios segundos- durante los cuales Samuel seguía cogiéndole el dedo.


Michael Clancy, un fotógrafo profesional que nunca había cubierto casos médicos, se enteró que en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, (Estado norteamericano de Tennessee), tendría lugar algo que podía considerarse como un "noticia importante", por lo menos en el campo de la cirugía: la operación de un niño por nacer en el vientre materno. Conseguida la autorización para tomar la foto, Clancy nunca se preparó para lo que su obturador registraría: el momento en el que pequeño bebé recién operado estira su pequeñísima mano desde el interior del útero de su madre para sujetar uno de los dedos del médico que lo había intervenido.

La atracción de la imagen tal vez radica en que, al observarla con detenimiento, ésta transmite un mensaje elocuente: la vida del bebé literalmente pende de un hilo; los especialistas aún no están en capacidad de mantenerlo vivo fuera del útero materno y deben tratarlo dentro de la matriz para corregir su fatal anomalía y cerrar luego el ambiente en el que debe terminar de crecer. En ese marco dramático, el pequeño bebé toma el dedo del médico, como si quisiera transmitir su fragilidad y, a la vez, su agradecimiento.

Pero la historia detrás de la imagen es más impresionante aún. Se trata de la experiencia, lucha y confianza de una pareja de esposos que decidió agotar hasta el último recurso para salvar la vida de su primer hijo.

Julie y Alex Armas viven en Georgia, Estados Unidos. Ellos lucharon durante mucho tiempo por tener un bebé. Sin embargo, cuando cumplió 14 semanas de gestación comenzó a sufrir fuertes calambres y una prueba de ultrasonido mostró las razones. Al revelar la forma del cerebro y la posición del bebé en el útero, la prueba evidenció serios problemas. El cerebro de Samuel lucía deforme y la espina dorsal se desprendía de una columna vertebral que también lucía anomalías. El diagnóstico no se hizo esperar, el bebé sufría de "spina bífida", un síndrome por el cual la columna vertebral en formación no cierra, dejando la médula expuesta y afectando seriamente funciones motoras.

A los padres se les propuso elegir entre un aborto o un hijo con serias discapacidades.Alex, un ingeniero aeronáutico de 28 años de edad, relata que se sintieron devastados por la noticia pero, por su profunda fe, el aborto nunca fue una opción. Antes de dejarse abatir, la pareja decidió buscar una solución por sus propios medios y fue así como ambos comenzaron a solicitar ayuda a través de Internet. De esta manera, entablaron contacto con el Doctor Joseph Bruner -cuyo dedo es el que sostiene Samuel en la fotografía- y comenzó así una carrera contra el tiempo. Dado que afecta a la espina dorsal, la malformación puede llevar al daño cerebral, generar diversas parálisis e incluso una incapacidad total. Sin embargo, si pudiera ser corregida antes que el bebé nazca, se tienen muchas más opciones de curación.


Aunque el riesgo era grande y el bebé no podía nacer en ese momento, los Armas decidieron encomendarse a Dios... y ensayar la novedosa cirugía. La operación fue un éxito. Durante ella, los médicos pudieron tratar al bebé –cuyo tamaño no era mayor al de un conejillo de indias- sin sacarlo del útero, cerrar la brecha originada por la deformación y proteger la médula espinal, que sirve de camino para las señales nerviosas desde y hacia el cerebro.

Samuel se convirtió así en el paciente más joven en haber sido sometido a una intervención quirúrgica de su tipo.

Samuel nació a través de una operación cesárea el 2 de diciembre de 1999, casi un mes antes de lo previsto, un poco bajo de peso, como era de esperarse, pero en perfecto estado de salud, a pesar de las naturales secuelas de su problema, especialmente una cierta rigidez en las piernas.

Dos meses y medio después de su milagroso nacimiento, el pequeño Samuel inició un arduo programa de rehabilitación destinado a completar el éxito de la operación intrauterina que le practicaron cuando sólo tenía 21 semanas de gestación.

La Sra. Armas confesó que siempre supo que la complicada operación intrauterina no implicaba la cura para su hijo sino "una gran esperanza". Pero las buenas noticias no son pocas: el menor no ha desarrollado hidrocefalia, o sobreproducción del fluido cerebral que es una de las complicaciones más comunes de la espina bífida. La última prueba de ultrasonido sobre su cabeza demostró que era prácticamente normal.

"Él es un bebé típico, nos mantiene despiertos toda la noche", agrega Julie y expresa que con su esposo han decidido no conceder más entrevistas porque no quieren perder su vida privada. Sobre las entrevistas ya publicadas, Julie afirma que las hicieron conscientes "de que la gran mayoría de los bebés que sufren de espina bífida son abortados en el país". "Nosotros queríamos ayudar a la gente con nuestro testimonio. Somos una pareja educada y profesional que ama y valora a su hijo aunque para la sociedad tenga un defecto. No importa cómo sea Samuel, lo único que sabemos es que Dios le ha permitido nacer para impactar a otros con una fotografía de su pequeña mano".

Por otra parte, según Justine McCarthy, una veterana periodista irlandesa, "nadie puede dejar de sentirse conmovido por la poderosa imagen de esta pequeña mano sujetando el dedo del cirujano" y así como una mano puede salvar vidas, esta imagen "es tal vez el argumento más fuerte contra el aborto".

Para Joseph Bruner, el médico que operó a Samuel, la operación ha lanzado un interesante desafío a la sociedad estadounidense, considerando que miles de bebés son abortados a la misma edad en que Samuel fue salvado. "Al practicar operaciones para mejorar la calidad de vida de estos niños, es difícil justificar una operación que podría tomar sus vidas. Al avanzar a través de este campo ideológico, la sociedad va a tener que hacer una seria introspección porque es imposible sostener ambas posturas", afirma Bruner.

Otro fruto sorprendente de la fotografía es el cambio de vida del fotógrafo que captó la conmovedora imagen del bebé. Michael Clancy nunca imaginó que lo que vería no sólo llevaría una de sus fotos a los principales medios del mundo sino que lo ayudaría a comprender que es necesario defender a los no nacidos. El fotógrafo de 43 años, que nunca antes había fotografiado una intervención quirúrgica, confesó que ver a Samuel fue una experiencia sorprendente que lo convirtió en "un pro-vida". Clancy dice que nunca antes se había dado cuenta que los abortos legales pueden ser practicados en el quinto mes del embarazo y aún después. De hecho, en Estados Unidos los abortos son legales hasta el momento previo al parto.

Este es Samuel hoy. Lleva una vida 100% normal... Y todavía seguimos cuestionando, ¿¿porqué será el aborto un delito??
¿Y todavía nos preguntamos si Dios existe?
Que la historia de Samuel toque su corazón,y Dios le bendiga...

Seguramente nuestra letrada y científica señora ministra seguirá pensando que el pequeño Samuel sólo es un ser vivo, no humano.

Por cierto, se me acaba de venir a la cabeza una duda: ¿Por qué los grupos antitaurinos no han pedido ya la dimisión de Bibiana? Si a un ser vivo en el vientre de su madre se le puede matar, ¿por qué vamos a prohibir la fiesta de los toros? ¿O es que un toro no es un ser vivo? ¿Un ser humano, quizás?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Impresionante. Creo que esto es una buena leccción para el que todavía piense que el aboto es un "derecho". Espero que mucha gente lo lea y aprendamos de una vez lo importante que es la vida desde que empieza hasta que acaba. Y que todo el mundo tenga derecho a vivir.
Yuria ha dicho que…
Sólo paso a saludar.
¿Vas a ver el Mánchester- Barça?
Luis y Mª Jesús ha dicho que…
Siempre lloro cuando veo estas imágenes, pero de alegría.
Un abrazo