Hipocresía


Bien, después de las fiestas, ya estamos por aquí de nuevo. En primer lugar, FELIZ AÑO para todos (los tres o cuatro que pasáis por aquí). Sigo dejando ésto abandonado de vez en cuando, pero no del todo. Digamos que, en algunos momentos, me marcho a otra casa durante un tiempo y después vuelvo. Soy un poco desastre para las rutinas; no nos llevamos bien y, la verdad, soy poco exigente conmigo mismo en este aspecto.

¿Por qué el título de la entrada? Porque es curioso que la Navidad tiene efectos extraños en las personas. A algunos les hace tratar de ser más amables, otros intentan aparentar felicidad, algunos se ponen tristes..., pero no deja indiferente a nadie. A mí la Navidad me encanta. Primero por lo que representa, por supuesto, y después por la parafernalia de que la hemos vestido: esas luces por las calles, ese ir y venir de la gente en las tiendas, el olor de las castañas asadas, los algodones dulces, los belenes...

Pero es curioso que siempre hay alguien en contra de todo. A ellos va dirigida esta entrada; porque hace poco leí en algún sitio a alguien que decía que estaba en contra de la Navidad porque era una época de desaforado consumismo. A esas personas son a las que llamo hipócritas.

¿Porqué? Porque les molesta el exacerbado consumismo precisamente en la época en la que gastamos más para los demás y menos para nosotros mismos. Les molesta el consumismo cuando nos lanzamos a las tiendas casi sin preocuparnos de los precios (digo "casi") para hacer felices a los familiares, a los amigos, incluso a algún desconocido... Una vez al año nos ocupamos un poquito más de los otros y no nos importa el dinero que cueste. Una vez al año..., y le llaman consumismo. Y esas voces discordantes no están en contra del consumismo desmedido que llena las tiendas el día 7 de enero en eso que llaman "Rebajas". A ver si alguien me convence de que no es hipocresía.

Comentarios

La Dama Zahorí ha dicho que…
¡¡¡Feliz año nuevo, Juanma!!! Muy aguda tu reflexión. Para mí la Navidad nunca ha sido una de mis fiestas favoritas, pero este año la he vivido de otra manera totalmente diferente (creo que por influencia de mis alumnos). Es cierto que siempre hablamos del consumismo navideño, pero si nos damos cuenta, todas las fechas señaladas son bastante consumistas (pensemos en lo que nos gastamos en las vacaciones de verano). Digamos que el ocio provoca siempre consumismo. Me alegro de que hayas vuelto y espero que sigas por aquí. Saludos :-)
Outsider friar ha dicho que…
Qué caramba, a mí también me gusta la Navidad, incluso en lo que tiene de accesorio, aunque, siendo sincero, lo que empieza a reventarme ya un poco es la moda de los "amigos invisibles" en cada grupito (tres agendas + otras tres que ya hice "circular").
Feliz año, Juanma.