Tiquismiquis

(Espero que no se interprete mal nada de lo que voy a decir aquí.)

Desde hace seis años acudo todos los jueves por la noche a un local donde se hacen monólogos de humor. El espectáculo comienza sobre las 22'30 aproximadamente, y suele acabar un par de horas más tarde. Cuando acaban las actuaciones, las 200 personas que aproximadamente suelen ir allí cada jueves recogen sus cosas y se marchan a casa. Nunca ha habido problemas.

Anoché llegué cuando la gente salía ya del local (unos compromisos "laborales" me impidieron llegar para ver los monólogos), y estuve, como cada jueves, charlando con la gente en la puerta; saludando a los conocidos, preguntándoles... unas 30 ó 40 personas charlando, sin más. De repente, sin previo aviso, desde la segunda planta del edificio sobre el que está el local, comencé a oir a alguien gritar. Miré hacia arriba y vi a un señor, de unos 50 años, en camiseta interior, que muy enfadado, nos gritaba a nosotros.

-"Ésto es un área de viviendas, son las 00'30 de la noche y hay gente que tiene que descansar. La diversión termina cuando se molesta el descanso..."

Nos gritó alguna que otra cosa que omito. ¿Por qué explico todo ésto? Pues por lo dicho anteriormente: 6 años, todos los jueves, las mismas horas, más o menos el mismo número de personas y el mismo "modus operandi". Y nunca, repito, NUNCA nadie nos había dicho nada. Supongo que este señor estaba durmiendo, tuvo un mal despertar, no pudo volver a dormirse y como oía ruido abajo, decidió asomarse y descargar su mal humor contra nosotros...

No voy a defender, por supuesto, a esas pandillas de desaprensivos que se dedican a molestar el descanso de la gente montando fiestas bajo sus propias ventanas sin ningún respeto ni educación. Pero lo de anoche me pareció la otra cara de la moneda. Por supuesto, hay que respetar a todo el mundo, pero, a veces, es posible, que nos haga falta ensanchar un poquito la manga...

Comentarios

Yuria ha dicho que…
Sí. A veces hay que ensanchar un poquito la manga.

Un beso.
Luis y Mª Jesús ha dicho que…
Totalmente de acuerdo.
Hoy en día protestar está de moda. En la oficina de una compañera han puesto una queja porque un empleado salía a tomar café a las 13 horas y el señor en cuestión protestaba porque no son horas de tomar café. Había otras 4 personas dispuestas a atenderle pero el quería que fuese el que tomaba café. Por supuesto, no le dieron la razón pero mi compañera tuvo que tramitar la queja.
Te prometo que te haré llegar los cuentos. No los comercializa pero en último caso pienso escanearlos.
Un abrazo
La Dama Zahorí ha dicho que…
Jeje, lo malo es averiguar cuándo es el momento idóneo para ensancharla... a mí me pasa con mis alumnos, el día que voy un poco de "guay" y un poco menos de "sargento" me toman por el pito de un sereno.

Saludos Juanma