Baches

Hacía tiempo que no tenía esta sensación de vacío, de cielo gris y encapotado que te deja el ánimo por los suelos y la mirada perdida en el infinito. Tal vez sea este resfriado que se me ha metido de rondón en la garganta y quiere colonizar el resto de mi cuerpo. El caso es que llevo toda la tarde encerrado en mi cuarto, sin ganas de hablar, ni escribir, ni oír nada.

Por suerte mañana será otro día. Espero que amanezca con otro sol.

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