Jugar con el lenguaje o el poder de la palabra

Los que tratan de cambiar el significado de las palabras para su propio beneficio saben lo que hacen. Está claro que no posees algo hasta que no lo pronuncias. Siempre me ha encantado la imagen de que tu nombre no tiene sentido hasta que alguien lo pronuncia con amor; por éso el Bautismo, aparte de librarnos del pecado original, es la forma que tiene Dios de pronunciar nuestro nombre para que todos sepan que le pertenecemos, que nos acoge bajo su mirada de Padre.

Con esta nueva pandemia que se nos avecina a propósito de la, antes llamada, gripe porcina, la OMS ha decidido cambiar el nombre a dicha enfermedad. ¿Por qué? Pues simplemente porque "estábamos recibiendo informes de que en algunos lugares los cerdos estaban siendo sacrificados, y eso no está bien. Los animales no son los culpables de lo que está ocurriendo", confirmó el director. Es el poder de la palabra: basta con llamar a algo "peste porcina" para que la tomemos con los pobres cerdos. Recordemos que Dios creó el mundo simplemente pronunciando la palabra "Hágase". Para que después vengan los científicos a decirnos que las matemáticas mueven el mundo; pues las palabras lo crearon (mi parte filóloga dixit).

Es una lástima que no nos empleemos con tanto empeño en evitar que las palabras confundan. No existe el aborto, si no la palabra asesinato. Mientras no consigamos que se llame a las cosas por su nombre no venceremos la batalla. Es el poder de la palabra, y los que gobiernan el mundo lo saben...

Comentarios

Luis y Mª Jesús ha dicho que…
Me parece muy importante tratar este tema. El post anteriore me emocionó, pero este no es menos importante.
El lenguaje -oral o escrito- es un tema que me preocupa muchísimo. Mis hijos me consideran una pesada cuando les digo que no utilicen esas coletillas que acostumbran, es cierto que la comunicación es más rápida, pero se pierde calidad.
El lenguaje perfecciona o empobrece la naturaleza, la esencia de la persona que lo usa. El lenguaje convencional es muy importante; un lenguaje vulgar termina convirtiendo en vulgar a la persona que lo utiliza.
Cuando una sociedad miente en su lenguaje pasa lo que esta pasando ahora, se produce una crisi de confianza porque las cosas no se llaman por su nombre.
Un abrazo
María Jesús
DeLaCruz ha dicho que…
Y al final del día somos nosotros quienes debemos reclamarle a nuestros gobiernos que mantengan las cosas claras (y el chocolate espeso)

saludos!
Yuria ha dicho que…
Cuando saltó la alarma,me asusté,francamente. Después parece que está bastante tranquilo. Que no se quede ni en epidemia,Juanma, sólo en un susto.
Un beso.